sábado, 20 de abril de 2013

En la biodiversidad está la cura.

Los biólogos no quieren dejarse nada atrás. Por están explorando desde las zonas intermareales compartidas con los humanos hasta las oscuras trincheras de más de 10.000 metros de profundidad, desde el plancton microscópico de las zonas iluminadas del mar y los lobos marinos que bucean en las profundidades hasta los gusanos que pueblan los sedimentos abismales, desde los organismos que viven en los cambiantes taludes de los montes submarinos hasta aquellos que toleran fogosos coladeros oceánicos. En otras palabras, el 5% de los océanos que es regularmente visitado y el 95% cuya vida permanece inexplorada.



Para el hombre es importante llegar a conocer a fondo las distintas especies marínas ya que debido a su mayor grado evolutivo presentan distintas sustancias que pueden ser utilizadas por el hombre con fines curativos. Estas sustancias son en la mayoría de los casos excretadas por los organismos marínos como respuesta ante una alteración en el medio en el que hábitan, y debido al ambiente de disolución que resulta ser el mar, dichas excreciones poseen un efecto más fuerte que las excreciones de sustancias de organismos terrestres.
Pero este interes por las propiedades curativas de los organismo marínos no viene de ahora, los griegos utilizaban el coral rojo bambú para regular el flujo menstrual de las mujeres. Se utilizaba para aliviar los calambres. También era beneficioso para el crecimiento óseo y ayuda a los que sufren de artritis y otras dolencias de los huesos. Puede aliviar problemas digestivos, afecciones oculares y trastornos de la circulación sanguínea.



 
 
Referencias:
Muy Interesante
Pharma Mar
Ehowenespañol

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